Las pruebas de tensión consisten en colocar la muestra entre dos mordazas de metal que estiran la pieza hacia arriba aplicando una fuerza constante, esto nos permite conocer el valor de carga máxima; es decir, la resistencia del material (cuánta fuerza es capaz de resistir el material antes de romperse) y el valor de elongación máxima; es decir, la maleabilidad del material (cuánta deformación es capaz de soportar el material sin romperse).